¿Quieres pasar un rato al aire libre observando la naturaleza, la fauna y la flora? ¡Le contamos nuestro descubrimiento del pantano de Montaris, entre Salles-Courbatiès y Villeneuve d'Aveyron!
Rémi Garrigou nos recibe desde Salles-Courbatiès, un pequeño pueblo de Aveyron, a 20 minutos de Villefranche-de-Rouergue. Rémi es técnico de River para el Sindicato de la cuenca del Célé – Lote medio y obras de gestión de cursos de agua. Desde hace 15 años, se ocupa de la gestión, el mantenimiento y el análisis de arroyos y ríos, incluido el del Diège, que nace aquí, en el corazón del pantano de Montaris... Por supuesto, conoce algunos tramos. sobre los lugares que vamos a explorar!
El pantano de Montaris, ¡un humedal beneficioso!
Sin desvelar todo sobre la visita, primero nos enteramos de que el pantano de Montaris es un raro ejemplo de pantano de piedra caliza en la región. Como un oasis en un desierto, este humedal está lleno de ventajas: almacenamiento de agua, limitación de inundaciones o sequías, filtro natural... ¡Su papel es importante!
El pantano de Montaris, como un oasis en el desierto..."
Observación de fauna y flora.
A lo largo del paseo, Rémi nos habla de especies de plantas del pantano. Hoy en día, los sauces y los juncos ocupan principalmente este entorno, ¡pero no siempre fue así!
En el pasado se cultivaban aquí grandes álamos para la producción de madera. Y esto sin tener en cuenta el consumo vertiginoso de estos ejemplares: ¡hasta 500 litros de agua al día! Gracias a la intervención humana, finalmente dieron paso a una vegetación más adaptada que favorece la gestión hidráulica, la calidad del agua y una altísima biodiversidad.
Y que alegría observar esto. biodiversidad hoy, al ritmo de canto de los pájaros !
Rémi los conoce bien porque viajó por el pantano. A su lado, descubrimos en un avance que el oropéndola europea está de regreso después de unos meses en el continente africano. Esta hermosa ave de plumaje amarillo es menos discreta que la gran avetoro que, una vez erigido como una “i” sobre sus pilotes, logra mimetizarse con las cañas. Quizás no veas volar a todas estas especies, ¡pero escucha atentamente el canto del ruiseñor, el mosquitero, la perdiz roja o la polla de agua!
También observamos flores y plantas que marcan el paisaje verde con toques de amarillo y malva. El ranúnculo común, especie protegida que prospera en la zona abierta de la marisma o la orquídea macho también llamada culebra...
Patrimonio construido al servicio de la naturaleza
Hablando de serpientes… ¡Ellas también aprecian este entorno! Descubrimos que la bonita caselles y palomares, vestigios del rico pasado agrícola de causa, hoy dan la bienvenida a los erizos y pequeños reptiles. Víbora áspid, Gironda coronella, aunque aterradoras para algunos, también tienen su papel que desempeñar.
¡El patrimonio construido y el patrimonio natural conviven durante este paseo de descubrimiento de las marismas de Montaris que le reserva aún más sorpresas!
Temas